Si te interesas
sinceramente en la gente con quien mantienes contacto, siempre serás
bienvenido. Puedes conseguir mejores relaciones y más duraderas con los demás
interesándote por ellos, que preocupándote que la gente se interese por ti. Esto
te va a requerir esfuerzo y energía.
Sonríe. Es una forma simple de causar
una buena impresión. Las acciones dicen más que las palabras. Una sonrisa
transmite el mensaje: “me agradas, estoy feliz de verte”. Es muy difícil tener
éxito en algo, a menos que te diviertas con lo que haces.
Estarás cansado de
oírlo pero si tú no lo haces, te puede hacer pasar situaciones muy embarazosas.
El sonido más importante para una persona es el de su propio
nombre. El truco es desarrollar tu propio sistema para recordar
nombres: puedes escribir el nombre de la persona tan pronto como lo escucha,
repetirlo mentalmente varias veces, hacer que te lo repita, etc. Lo importante
es que tengas un sistema, y que lo utilices.
Ser un buen oyente es la forma fácil de
convertirse en un buen conversador. Si sabes escuchar de forma activa, animando
a las personas a que te hablen de ellas, pensarán que eres es el mejor
conversador que jamás hayan conocido. Si ofreces esta posibilidad, siempre
querrán tenerte cerca. Para ello debes mostrar interés sincero por los demás;
haz preguntas, anima a los demás a que te hablen de ellos y verás como se
interesan también en ti.
Habla de lo que le interesa a los demás,
es una forma de cómo hacer que la gente se interese, ya que es la forma de
llegarle al corazón. Es utilizar la empatía en el lenguaje. Averigua su punto de
vista de la otra persona y habla en la misma frecuencia.
Haz que la gente se sienta importante,
pero sobretodo, hazlo “SINCERAMENTE”. Si haces sentir
a la otra persona importante, pero repito “SNCERAMENTE”, conseguirás que ellos
siempre quieran estar contigo. El poder de la apreciación sincera y honesta es
asombroso. Algo tan sencillo como utilizar pequeñas frases de amabilidad,
obtienen resultados sorprendentes: “serías tan amable de…”, "te importaría si…”,
“perdona si te interrumpo…”, causan una gran impresión.
Son seis sencillas
reglas de “cómo agradar a los demás”, que son gratis y depende de nosotros
utilizarlas o no. Ahora bien, todo lo anteriormente dicho no vale para nada si
no se hace desde la HONESTIDAD y la SINCERIDAD, ya que si no nos encontraríamos
en una relación en la que “yo gano, tú pierdes”, y esto tiene un nombre
MANIPULACIÓN.
Para Ana y María del
Valle:
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