Quiero aprender a escuchar lo que dice el corazón, lo que dicen los hombres caídos, los ojos tristes, las manos inquietas.
Quiero escuchar el mensaje que esconden las palabras. Quiero descubrir la angustia enmascarada, la inseguridad enmascarada, la soledad encubierta.
Quiero penetrar en la sonrisa falsa, la felicidad simulada, la adulación exagerada. Para descubrir el dolor de cada corazón, para descifrar el porqué de las lágrimas... Poco a poco, quiero y necesito aprender a amar...
Yo estoy aprendiendo a perdonar, porque el amor perdona, limpia las heridas, y borra las cicatrices que la incomprensión e inseguridad grabaron en el corazón herido.
El amor alivia la herida que dejaron los pensamientos dolorosos. No cultiva las ofensas con las piedades y autocompasión. El amor perdona, da alivio, extingue todo el dolor en el corazón. Yo, paso a paso, estoy aprendiendo a perdonar, a amar, yo estoy aprendiendo a descubrir el valor, dentro de cada vida, de todas las vidas.
El afecto y aceptación, para las experiencias duras, vivido a lo largo de los años. Yo estoy aprendiendo a ver, en las personas, su alma, y las posibilidades que Dios les dio.
Yo estoy aprendiendo, pero, ¡cómo es lento el aprendizaje! ¡Cómo es difícil amar, como Cristo ama! Aunque, tropezando, vagando, yo estoy aprendiendo.
Aprendiendo a poner de lado mis propios dolores, mis intereses, mi ambición, mi orgullo. Cuando estos impiden el bienestar y la felicidad de alguien. Como es duro amar pero quiero y cada día es mi anhelo aprender a amar como Cristo me amó, con una entrega absoluta, sin interés, sin prejuicios y sin dolor sino con gozo.
Hay momentos en la vida que todos necesitamos sentirnos escuchados,pero a veces hay personas que les puede más el orgullo que llevan dentro de si mismo que es imposible que te den una oportunidad.
ResponderEliminarPienso que quien no sabe escuchar,no sabe amar.Ha veces damos amor pero no siempre
recogemos lo mismo,con lo bonito que es amar a los demás y es muy gratificante,para quien lo sepa apreciar.