Un día, el burro de un
campesino se cayó en un pozo. Casi sin poderse mover el animal rebuznaba
asustado, mientras el campesino trataba de buscar ayuda, sin
conseguirla.
El campesino ante la
imposibilidad de sacar al animal, pensó: “El burro ya está viejo, me sirve de
poco y este pozo de todas maneras necesita ser tapado, así que en realidad no
vale la pena sacar al burro de este lugar”.
Tomó una pala y empezó
a echar la tierra dentro del pozo. Cuando el burro sintió sobre su lomo la
tierra que caía, presintió que algo raro estaba pasando y de forma instintiva
empezó a sacudirse.
El campesino siguió echando tierra al pozo y el burro continuó sacudiéndose la tierra de encima. Poco a poco la tierra fue cayendo en el fondo del pozo y afirmándose con el movimiento de las patas del burro.
El campesino siguió echando tierra al pozo y el burro continuó sacudiéndose la tierra de encima. Poco a poco la tierra fue cayendo en el fondo del pozo y afirmándose con el movimiento de las patas del burro.
El campesino con
tristeza y sin mirar al interior del pozo iba echando la tierra lentamente, pero
de pronto oyó un ruido y vio con sorpresa cómo el burro salió de un salto del
pozo.
Durante tu vida vas a
sentir caer sobre tu espalda, todo tipo de tierra, vas a sentir paladas de
problemas, de conflictos, de dudas, de sinsabores, y muchas cosas
más.
Depende de ti sacudirte
y colocar cada situación debajo de tus pies, o bien dejarlos sobre tu espalda y
dejar que el peso te deje inmóvil en lo más profundo del pozo.
“Aprender a sacudirte y
dejar cada uno de tus problemas debajo de tus pies, te permitirá día a día subir
un escalón y al final casi sin darte cuenta te encontrarás libre y
victorioso”
Fuente: www.reflexionesparaelalma.net
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